Uno no cree en las revelaciones, ni mucho menos en la telepatía, pero sí cree en las coincidencias de las que está hecha la vida, de las que están hechos los sueños, de las que estamos hechos los que vivimos y soñamos. Alguien cambia en el último minuto, sin saber por qué, el rumbo, que llevaba, coge una calle distinta y encuentra al hombre o a la mujer de su vida, que de otro modo quizá nunca hubiera tenido la oportunidad de conocer; alguien poco aficionado a la lectura coge, aburrido, un libro abandonado en el banco de un parque, y ese libro cambia su visión del mundo y de sí mismo. Alguien...
Alguien, uno, pensaba justamente esta misma mañana que este Blog "ESCRITORES DE LA SERNA" estaba injustamente abandonado por nuestros escritores, porque casi había pasado un mes desde la última entrada, y esta misma tarde recibimos, gracias a los buenos oficios del profesor Juan Acebes, un precioso texto de SONIA RODRÍGUEZ-BARBERO, de 2º C de Bto., y alguien, uno, no puede dejar de pensar en esas coincidencias de que estamos hechos nosotros, los sueños y la vida.
De estas líneas debe, justificadamente, estar orgullosa SONIA, BÉCQUER sin duda estaría orgulloso de ellas. Nosotros también lo estamos de poder darles acogida en este blog.
"SERÍA UNA GOLONDRINA", por SONIA RODRÍGUEZ-BARBERO, de 2º C BTO.
Si fuera un pájaro, sería una golondrina, sería blanca, roja y negra, y Bécquer me habría escrito un poema. Podría volar, sería viento; viento corriendo entre árboles, velocidad en un arranque de aire.
Sería libertad. Podría ser el hilo musical de la vida, de los atardeceres de verano. Donde ahora tengo miedo, entonces tendría valor. Podría dar la vuelta al mundo con solo lo que llevase encima, un corazón que late, alas sanas y un horizonte como dirección. Sería tan fácil dejar atrás esta ciudad, con su tráfico diabólico y sus antenas de televisión en cada tejado.
Emigraría cuando llegase el invierno, para no tener que soportar ese frío que se construye el nido en mi cama, y que, mientras estoy dormida, me picotea los pies. Volaría hacia el sur, y sería la primera en saludar al sol por las mañanas, haría mi ala izquierda unos buenos días, y para despedirme unas buenas noches a la derecha. Me alejaría entre las nubes, y te dejaría a ti con un puñado de miguitas de pan en tierra. ¿Y entonces qué harías? ¿Qué harías, amor, si fuera una golondrina y tuviera que irme al acabar el verano?
- Yo sería Bécquer.
Precioso, Sonia.
ResponderEliminarEste texto demuestra que la poesía no necesita escribirse en verso.
ResponderEliminarLo has clavado, Sonia.
ResponderEliminarLO MEJOR ESCRITO EN ESTE BLOG EN MI OPINIÓN.
ResponderEliminarYo sería tu golondrino.
ResponderEliminarBécquer me encanta y este texto de Sonia también.
ResponderEliminarUn puntazo.
ResponderEliminarMezcla lo antiguo y lo moderno, me encanta.
ResponderEliminarA mi chico P
ResponderEliminar¿Qué harías, amor, si fuera una golondrina y tuviera que irme al acabar el verano?
A mi chica: Sin ti no hay ni verano, ni invierno, ni otoño, ni primavera.
ResponderEliminarNo caigo en quién eres, Sonia, pero me gusta mucho lo que has escrito.
ResponderEliminarGuau, es preciosa, mezcla cosas modernas y antiguas y puff, lo hace de una manera genial. ¡Enhorabuena Sonia!
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