ESTE BLOG ES VUESTRO

Este BLOG os pertenece, es vuestra puerta al mundo de la escritura, es decir al mundo de la vida. Podéis abrir la puerta con suavidad, sin apenas meter ruido. O podéis abrirla de forma escandalosa, llamando la atención de todos. Podéis entornarla un poco, o podéis abrirla de par en par. Cada uno tiene que encontrar su propia forma de llamar a esa puerta, de abrirla, de hablar con los que están dentro o con los que quedan fuera. Parece fácil, pero ese aprendizaje puede llevar toda la vida.

domingo, 26 de diciembre de 2010

TÚNELES, VÍAS Y LABERINTOS: SEGUNDA PARTE DEL RELATO DE MARTA HERNÁNDEZ HIDALGO, DE 4º A ESO

Nos gusta seguir los pasos como escritora de MARTA HERNÁNDEZ HIDALGO (Ver la entrada "Amarga Navidad" de 30 de noviembre) y al hacerlo seguimos  los pasos de Brenda y George  por los túneles ferroviarios de su relato, en los que la oscuridad y un silencio ominoso, que no consiguen acallar las crispadas conversaciones de los protagonistas, nos producen un tenso desasosiego. Al final la luz cegadora nos sobresalta, pero no sabemos si es el fin de la amenaza que se cierne sobre ellos o el anuncio de un peligro inesperado y quizá mortal.  MARTA HERNÁNDEZ HIDALGO domina el noble y difícil arte del relato por entregas  y nos deja sabiamente colgados en el momento más inoportunamente oportuno. Continuará.



TÚNELES, VÍAS Y LABERINTOS, por MARTA HERNÁNDEZ HIDALGO

El tacto gélido del gatillo de la pistola me ponía la carne de gallina, me erizaba los pelos de la nuca. Intentaba moverme con sigilo a pesar de que el frío hacía que mis movimientos fueran más torpes. Estaba bastante tensa, ya que en cualquier parte de aquel largo túnel estaba mi hermana, Lucie.

Lucie era… muy joven. Tenía apenas dieciocho años, su cara era aún de niña pequeña. Tenía unos ojos muy grandes y de color azul, del color que el cielo tiene en un bonito y despejado día primaveral. Su pelo era exactamente igual al mío: largo y ondulado, de un negro como el del ébano, y con una brillante mecha rosa al lado derecho. Siempre llevaba con ella una tobillera plateada de la que colgaban mi nombre y el de George. Recuerdo haberle pedido una vez que pusiese mi nombre y el de George en tobilleras distintas, su respuesta me impactó bastante: “Pongo vuestros nombres juntos con la esperanza de que algún día os llevéis bien… porque sois las personas a las que más quiero en el mundo.”
Pero aquél no sería el día en que la relación que teníamos George y yo mejorase. Por su culpa esa Navidad iba a ser la más horrible de la vida de Lucie… y de la mía. Cada vez me planteaba más la idea de que George había nacido para fastidiarnos a mí y a mi hermana.
-¿Brenda?
-¿Qué quieres? -contesté.
-¿No tienes miedo?
Chisté. George era estúpido hasta decir basta, no le aguantaba.
-No -dije.
-Pero… te noto algo tensa.
-Que esté tensa no quiere decir que tenga miedo.
-Pues yo tengo miedo.
-Bien por ti.
En la oscuridad, los pasos de George cesaron. Seguramente esperaba a que yo me girase y le dijese en tono cansino que qué narices le pasaba, pero no lo hice, y al cabo de diez segundos sus pasos comenzaron a sonar otra vez en la oscuridad de los túneles, apresurándose para alcanzarme. El chaval era así de simple.
-¿Por qué eres así? -me dijo.
-¿Así cómo?
-¡Así de borde! -gritó.
Me giré rápidamente y le agarré el cuello de la camiseta.
-Soy así de borde porque tú eres así de estúpido -dije-. Y, por si no te has dado cuenta, estoy intentando que no nos descubran. Cállate de una vez.
Me di la vuelta y levanté el arma de nuevo. Suspiré y continué andando, haciendo como que George no estaba presente. Conté hasta diez cerca de cinco veces, respirando muy hondo, pero eso no surtía efecto en mí: seguía tensa y enfadada por culpa de él. Al ir caminando detrás de mi, no podía ver que hacía, pero me imaginé que, como siempre, se estaría colocando bien su gorro negro. Ahora que estaba callado, me centré en escuchar atentamente. Intenté descubrir algún sonido que revelase la presencia de gente en aquellos oscuros túneles. Estaba totalmente segura de que ellos estaban aquí, esa banda de criminales. La policía de varios países llevaba bastante tiempo tras ellos así que no tuve más que mirar en los archivos de mi jefe para informarme bien de quiénes formaban la banda. Y, con ayuda de esos archivos y del idiota de George, conseguí llegar hasta aquí. Pero George decidió seguirme en un “acto heroico” por Lucie. En mi opinión hubiese sido más heroico que se hubiese quedado en casa y me hubiese dejado a mí arreglarlo todo.
De repente, oí cómo alguien arrugaba el envoltorio de algún tipo de golosina. Su proximidad me asustó, estaba justo detrás de nosotros… o mejor dicho, de mí.
-¿Tienes que comer ahora? -dije incrédula-. ¿Es que Lucie no te preocupa?
-Tengo hambre -alegó.
-Me da igual que tengas hambre, George. Nos van a descubrir. ¿Es que no tienes bastante con haber dejado que rapten a mi hermana?
-Llevo doce horas sin comer. Déjame en paz.
-No, no te dejo. Estás destrozando nuestras vidas.
-Eres increíble, Brenda -dijo, visiblemente ofendido.
-Eso te lo tendría que decir yo a ti, George. Por tu culpa estamos aquí, por aquella borrachera que te pillaste…
-¡No me emborraché! ¡Ellos me drogaron para distraer mi atención y raptarla!
-¡Claro, George! ¡¿Y estás esperando a que yo me crea eso?! ¡Esto no es una película!
-¡Me drogaron! ¡¡Es cierto!!
-¡NO GRITES!
-¡NO GRITES TÚ!
La ira corría por mis venas, haciendo que apretase los puños con fuerza, lo que provocó que, sin darme cuenta, disparase al suelo. Me asusté con el ruido sordo que provocó la pistola al disparar.
-Oh, mierda… -me lamenté.
-Eso, sigue quejándote, es lo único que sabes hacer -me recriminó.
Detrás de George vi como, lentamente, se abría una puerta. Una potente luz blanca, que me cegó por un instante, salió a recibirnos. La tensión en mi cuerpo comenzó a ser mayor, ya que no se oía ni un solo murmullo detrás de aquella luz. George me miró aterrado. Posé una mano en su hombro a la vez que le decía:
-Bien hecho, George, nos han descubierto.
Y, con pasos decididos, caminé hacia la luz de aquella puerta.

19 comentarios:

  1. Muy buena la historia de Marta, escribe muy bien.

    ResponderEliminar
  2. Un compañero de Marta27 de diciembre de 2010, 15:17

    Yo opino lo mismo.

    ResponderEliminar
  3. Me gusta cómo termina la historia.

    ResponderEliminar
  4. Marta, escribe pronto la continuación, estamos esperando.

    ResponderEliminar
  5. Brenda, eres una tía dura como a mí me gustan. Dales caña!

    ResponderEliminar
  6. Es que el George ese es un poco retrasadillo.

    ResponderEliminar
  7. un compañero de clase29 de diciembre de 2010, 1:27

    ¿Cuándo vas a escribir la continuación?

    ResponderEliminar
  8. Muy bueno no lo he leido pero tiene buena pinta.

    ResponderEliminar
  9. ¿Te refieres a la historia o la foto?

    ResponderEliminar
  10. Los diálogos están muy bien.

    ResponderEliminar
  11. Como ves, Marta, hay mucha gente esperando que continúes tu historia, no solo yo. Creo que no vas a tener más remedio que hacerlo...pronto.

    !FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

    ResponderEliminar
  12. Cuando abran la puerta les van a freir, y luego terminará con lo de que todo ha sido un sueño.

    ResponderEliminar
  13. Si eres tan listo por qué no escribes tú una historia.

    ResponderEliminar
  14. ¡Muchas gracias a todos! La continuación la estoy terminando, solo le quedan unos retoques. ¡Espero que os guste y gracias por leer lo que escribo!

    ResponderEliminar
  15. Arzu Anonimo Gomez3 de enero de 2011, 8:23

    Yo ya la dije que era fantastica, ella lo sabe.
    Como todos espero la siguiente parte, y sigue con esto caritas sonrojadas !

    ResponderEliminar
  16. Vamos, que empieza el insti y luego no tenemos tiempo de leer

    ResponderEliminar
  17. No esperaba menos de ti Marta. Sigue la continuación enseguida ¡porfabor! Esta bastante interesante. Suerte

    ResponderEliminar
  18. Vamos, vamos, ponte las pilas.

    ResponderEliminar
  19. Marta, escribes estupendamente, sigue asi! =)

    ResponderEliminar