En este blog nos morimos por publicar poesía, pero no nos llega o nos llega a cuentagotas. Sabemos no obstante que en los años de la adolescencia , con y sin pre-, caracterizados entre otras muchas cosas por la emoción a flor de piel y la efusión sentimental, se escriben muchos poemas. Uno incluso tiene la sensación de que las agendas escolares y las páginas de las libretas están llenas de versos, copiados u originales. Sí, sabemos también que muchos de esos versos no sobrepasan, por pudor o por un sentimiento de vergüenza, la esfera más íntima. NURIA BURGUEÑO ha roto esa barrera y se lo agradecemos.
Eres mi vida,
sin ti no tengo salida.
Pensando en ti,
luz de madrugada,
me levanto pensando en tu mirada.
Estoy tan asombrada,
de que me haya vuelto loca por ti,
porque si estás tú no existe la palabra mí.
Aparecieron los rayos de sol
en la ventana,
y me di cuenta de que la luz era tu cara,
y que tú eres mi "por qué" y mi "para".
Eres mi vida,
sin ti no tengo salida.
Me da igual la distancia,
yo aún noto tu estancia.
Sin ti no puedo vivir,
sin ti mejor morir.
Me ha gustado mucho el poema de Nuria. La conozco y no sabia que escribia poesias.
ResponderEliminarEn realidad sabemos muy poco unos de otros. De ahí la necesidad de blogs como éste: sirven para darnos a conocer, para expresar a los demás lo que queremos y lo que sentimos, para querer y sentir lo que expresan los demás. Suena muy serio, pero es así.
ResponderEliminarNo está nada mal pero algunos versos están, no sé, como un poco forzados.
ResponderEliminarLa poesía está bien pero publicarla es como enseñar la intimidad de una persona a todo el mundo. Yo también escribo poesías pero me da mucha verguenza enseñarlas a los demás.
ResponderEliminarDar a conocer o no a los demás lo que uno escribe es siempre una decisión personal, como lo es escribir o no escribir. Si alguien escribe exclusivamente para uno mismo, está en su perfecto derecho, pero quizá el acto de escribir sólo se completa cuando lo escrito llega a los demás, cuando encuentra lectores. ¿Y no es una aspiración légitima del escritor llegar al mayor número de lectores posible? Si no pensáramos eso,éste blog no existiría o habría perdido su razón de ser.
ResponderEliminarEl que una chica hable de amor en unos versos no quiere decir que hable de si misma, igual que si uno escribe una historia de asesinos en primera persona no quiere decir que sea un asesino, a ver si nos enteramos.
ResponderEliminarEl último comentario ha puesto el dedo en la llaga sobre la crítica expresada en el penúltimo, pero me gustaría añadir algo. Me voy a poner un poco serio y en "plan profesor", así que quien no tenga ganas de sermones mejor hará en no seguir leyendo. Me hago cargo.
ResponderEliminarVayamos al asunto. Igual que en un relato hay que distinguir siempre entre el autor y el narrador, -una autora puede contar una historia a través de un narrador masculino, o un autor del siglo XXI nos cuenta una historia medieval mediante una narradora que vive en la España del Siglo XIII, por ejemplo- en la poesía lírica hay que diferenciar claramente entre el autor y el denominado "yo lírico", que es la voz que se expresa en el poema, que no tiene que expresar necesariamente ni la biografía, ni la personalidad ni los sentimientos de quien lo escribe.
Pero incluso aunque ese "yo lírico" exprese los auténticos sentimientos del autor, la poesía pone siempre una distancia estética entre el autor y el "yo lírico", porque además de expresar sentimientos o ideas, el poema es un objeto artístico -más o menos logrado- creado por el sujeto que lo escribe, pero diferente de él, y como tal hay que aceptarlo e interpretarlo.
Si alguien escribe de una experiencia -amorosa o de otro tipo- en un poema- eso no significa que esa experiencia sea "real" o pertenezca a las vivencias de esa persona. Lo que importa es que esa experiencia, real o ficticia, ya convertida en literatura -buena o mala-, conecte o no con las experiencias y los sentimientos de los lectores. Y como tal literatura se la deberá valorar fundamentalmente con criterios artísticos, no biográficos ni morales.
Otra cosa es que nuestra valoración de un contenido de un poema esté condicionada por la simpatía o antipatía que podamos sentir hacia su autor o por la valoración que hagamos de la experiencia vital que se expresa en él. Las "Nanas de la cebolla" de Miguel Hernández, pueden conmover y emocionar a cualquiera, aunque no conozca la historia personal que está detrás de ese poema, pero no cabe duda de que la emoción será más fuerte e intensa si la conocemos.
Y no digo más, porque esto parece una conferencia, y no son horas.
Solo he entendido lo de Asensio dijo.
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo anónimo, de ti no se podrá decir que no has entendido ni dos palabras de lo que he escrito.
ResponderEliminarAhora, hablando en serio, no me siento capaz de escribir otra perorata semejante para aclarar conceptos a los que lo necesiten, pero sí me ofrezco -no soy anónimo, y estoy perfectamente localizable- a aclarar dudas a quien simplemente me lo pida. No hace falta rogar ni nada parecido. Seguro que cualquiera de mis compañeros del Dpto. de Lengua estará igualmente encantado de hacerlo.
Lo que sí es importante reconocer es que en éste asunto, como en otros relacionados con la Literatura, no hay opiniones unánimes, sino bastante discusión (lo que dicho sea entre paréntesis siempre resulta estimulante).
lo que da de sí un poema de ná, gensanta!
ResponderEliminarSalvo por lo de "ná"-un respeto a la autora-, tienes razón en "tó".
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