ESTE BLOG ES VUESTRO

Este BLOG os pertenece, es vuestra puerta al mundo de la escritura, es decir al mundo de la vida. Podéis abrir la puerta con suavidad, sin apenas meter ruido. O podéis abrirla de forma escandalosa, llamando la atención de todos. Podéis entornarla un poco, o podéis abrirla de par en par. Cada uno tiene que encontrar su propia forma de llamar a esa puerta, de abrirla, de hablar con los que están dentro o con los que quedan fuera. Parece fácil, pero ese aprendizaje puede llevar toda la vida.

viernes, 19 de noviembre de 2010

EL LUGAR IDEAL DE LOS ALUMNOS DE 2º E ESO

El lugar ideal de cada uno de nosotros no tiene por qué estar en un destino exótico, ni tiene por qué ser un lugar sorprendente ni original. Tampoco tiene que tener características que lo hagan único ni incomparable. Nuestro lugar ideal está muchas veces tan cerca que podemos tocarlo con la mano, pero hay algo en él que nos hace sentirnos distintos, e incluso mejores, cuando estamos en él.  Con todo, lo mejor es saber que nuestro lugar ideal es un lugar bien real, tan real como la vida misma.

Algunos chicos y chicas de 2º E ESO nos hablan de su lugar ideal. Lo hacen, lógicamente, con cariño, pero también con un orgullo indisimulado. Y ese mismo cariño y ese orgullo hemos sentido nosotros al leer lo que han escrito.

Hemos estado tentados de pedirles las fotos de esos lugares, pero hemos creído que era innecesario porque sus descripciones son tan precisas y concretas que podemos representarlos perfectamente en nuestra imaginación, que como todo el mundo sabe a veces es la mejor cámara fotográfica. Así que las fotos que hemos escogido para acompañar son de llaves. ¿Que por qué llaves? ¿Y por qué no?


"MI HABITACIÓN" DE LORENA MONTESINO

Para mí, un lugar muy especial es mi habitación. En ella hago mi vida diaria y me encuentro muy a gusto cuando estoy dentro. Me gusta por la decoración, pero sobre todo, me gusta por las vistas. No es que sean muy bonitas, pero para mí tienen un sentido especial: mi habitación da al parque en el que jugaba de pequeña con mi hermana y mis amigos. También, desde la ventana de mi habitación, se ve mi colegio, en el que pasé los primeros años de mi vida. Cuando estoy triste, me gusta asomarme por la ventana, y al ver los niños que juegan en el parque, se me dibuja una sonrisa en la cara. También me acuerdo de los buenos ratos que pasé allí, y eso me hace sentirme mejor.

Voy a describir mi habitación: la puerta es de madera y en ella está escrito mi nombre en letras de colores. Cuando la abres, detrás queda una percha con bolsos y otras cosas. En mi puerta, por detrás, tengo colgados dos posters de unas películas que me gustaron. Si entras en mi habitación, en el lado izquierdo, hay un espejo de cuerpo entero. En él, hay colgados varias medallas de natación y un sombrerito de mejicano que me trajo una amiga de un viaje. Al lado del espejo hay un maniquí, en el que cuelgo bolsos y mochilas, además de un par de gorras. Cerca del maniquí está mi escritorio. Es de color blanco, de madera. Encima del escritorio está mi ordenador, una lámpara de estudio, varios marcos de fotos y un cubilete con bolígrafos y lápices. Tiene tres cajones, una balda para el teclado y dos huecos en los que tengo revistas y dibujos. Tengo una silla para estar en el escritorio. Si te sientas y miras al frente, ves un cuerda que tengo colgada en la pared, en la que hay fotos y otros papeles. Al frente tengo la ventana, con un estor rosa y verde, y debajo se encuentra el radiador. Al lado de la ventana hay una estantería. En ella pongo libros, mi cadena de música y algunas cosas más. Delante de la estantería está mi cama, llena de cojines y muñecos, decorada con una colcha de flores rosas y verdes. Mi cama es de forja, lacada en blanco. En la pared, tengo un dibujo que me hizo mi tío cuando yo era pequeña, en el que salgo riéndome. También tengo varias fotos. Al lado tengo un armario empotrado de color blanco que tiene toda mi ropa. Tengo un corcho con dibujos y tarjetas y una teja que me pintó mi madre.

Toda mi habitación está pintada en verde, con detalles rosas y blancos.



CÁDIZ, por LORENA RAMÍREZ

Todos los veranos voy con mi familia a la playa. Un verano sin ir sería como un tiburón sin dientes.

Este año he ido a Cádiz. La playa era muy bonita. Cuando llegas y pisas la arena, sientes un dulce cosquilleo en los pies, y si son las dos de la tarde, un calor abrasador. La playa, es, para mi gusto, la mejor de todo el mundo; bueno, las mejores son las del Caribe, pero las de Cádiz, las segundas. El agua es cómo el cielo en un día de Sol y sin nubes. El viento no es ni suave ni fuerte, es... de Cádiz.

Y qué contar de la gente, tan amable y fiestera que te dan ganas de venirte con ellos a Madrid a una discoteca. No estoy diciendo que lo vaya a hacer, pero vamos, en resumen, los gaditanos, los más simpáticos.

Ahh, se me había olvidado decir más cosas sobre el mar: sus olas mediterráneas hacen que pases un día inolvidable con tu familia, y los peces, tan graciosos y exóticos, hacen que te den ganas de estar todo el día buceando.

Yo tuve la suerte de poder ver delfines en la puesta de sol, fue maravilloso. El atardecer de Cádiz es precioso, si estas en la playa, claro.


También el paseo marítimo de Tarifa es muy bonito y está lleno de tiendas con recuerdos de Cádiz. Lo malo de Tarifa es que el viento no es bueno, ya que te entra la arena de la playa en la cara.

Bueno, ya no hay nada más que decir. Bueno, sí, que si quieres saber más cosas de Cádiz, ya sabes lo que tienes que hacer: ir.




UN DÍA EN EL VALLE DE LA ALCUDIA, por DAVID PERIANES HERNÁNDEZ

En un día de primavera se ven todos los alrededores verdes, con bonitas flores de muchos colores entre algunas encinas. Cerca de allí hay un río, donde se oye el sonido del agua, debido al salto del agua chocando con las piedras. También hay unos grandiosos eucaliptos y, como fondo, unas encinas centenarias, pobladas de un sin fin de gorriones, cuyo canto altera el silencio del ambiente.

Al fondo, por encima de las encinas, sobresale el campanario de una iglesia donde anidan unas cigüeñas, según voy andando hacia allí por un camino, en cuyos laterales se ven huellas de alguna liebre. La iglesia está construída de piedra, con muchos agujeros en los costados, donde anidan palomas, y en su parte frontal hay una gran puerta de madera con dos columnas a los lados y la imagen de una virgen en la parte de arriba.

La aldea tendrá unas veinte casas, la mayoría con la fachada blanca y de teja rojiza, y en el centro hay una plaza con seis bancos de piedra, dos palmeras, un olivo y seis sauces.

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